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MUÑECOS PARA NIÑOS

Y muñecos para no tan niños!!

1993/94 fueron años de mucho trabajo en Tele5. No se cómo aparecieron unos italianos en la cadena (supongo que vendrían desde las altas esferas). Traían con ellos unos muñecos diferentes que se manipulaban entre dos personas. Uno llevaba la voz y la cabeza y el otro los brazos. Recuerdo que nada más ver a Titiritina me enamoré de ella por lo graciosa que me resultó. Enseguida le puse voz y carácter. Me seleccionaron para llevarla junto a Marta Molina que haría las manos. Después, cuando Marta dejó el trabajo, sería Eliane Capitonne quien manejara las extremidades.En La Tel

Era un trabajo duro. Nos exigía muy buena preparación física y vocal. Los decorados estaban construidos para que los manipuladores nos metiéramos encogidos en ellos. Imagina dos personas llevando un mismo muñeco y encogidas bajo las tablas. Uno metía el brazo derecho en la cabeza de los muñecos y el otro, por detrás, metía sus dos brazos en los brazos del mismo a la vez que se casi montaba en la chepa del que manipulaba la parte de arriba. Y cuidado que no se te viera tu propia cabeza!!! Cortaaaa!!! Los italianos tenían muy poca delicadeza a la hora de tratarnos. Con el tiempo me he dado cuenta que su mala educación venía dada por su cultura. Es su forma de expresarse en situaciones de estress. Pero a mí los gritos y las broncas en aquella época me bloqueaban a nivel personal. Creo que por eso lo dejé.

La cosa se basaba en escuchar instrucciones a bocinazos mientras estabas apretado a tu compañero, creando frases simpáticas y con el cuello retorcido hacia un lado para que tu cocorota no apareciera en cámara. Muy complicado. Pero aun así le poníamos AMOR al trabajo. Yo no sé trabajar de otra manera. Y Tina, mi muñeca, era la caña. Todos los Títiris eran buenos. Los compañeros que trabajábamos ahí teníamos talento. Yo recomendé a unos cuantos que por cierto luego me dieron la espalda cuando los necesité. ¿Pero a quién no le ha pasado algo así?

El trabajo estaba muy bien remunerado. Yo podía hasta cantar con mi personaje y hacíamos grabaciones en estudio. Era como hacer un programa musical. Grabábamos todos los días de la semana y descansábamos sábados y domingos. Así estuvimos dos meses hasta que me llamaron para probar un nuevo muñeco en la misma cadena. Eso lo cuento en el próximo post.

En éste dejo un montaje de muestra que me divierte mucho. Agustín Bravo se lo pasaba bomba con nosotros.Tengo alguno más que iré colgando. Yo me parto de risa oyéndome hablar y cantar. Espero que lo disfrutes:

 

COMEDIA MUSICAL- UNA MANERA DE VIVIR

Andrea Masulli- Comedia

Andrea Masulli bailando y cantando en comedia musical

Comedia Musical para todos

En el año 89 fallece mi padre pero me deja un legado muy grande.

Tras haber aprendido con él mucho sobre el teatro, la coreografía y la comedia musical (recuerdo que me llevó a Londres con 7 años y vimos el estreno de la compañía inglesa de Chorus Line entre otras comedias musicales), me dejó amigos en contacto con amigos suyos que me dieron la oportunidad de seguir creando. Ángel Camarata fue uno de ellos. Si entro en detalles personales podría haberle catalogado en principio como un “traidor” a mí, a mi madre y a mi hermano, pero al final demostró estar a mi lado y sobre todo su confianza en mí como artista. Si digo “traidor” lo digo con bases y conocimientos, pues  en el proceso de su papeleo post mortem, del que yo me encargué, apareció un nuevo testamento donde las cosas no eran tal y como aparecían en el que en casa teníamos. Ángel Camarata era testigo principal del nuevo testamento habiendo firmado junto a su esposa. ¿Por qué no me avisó? Nunca lo supe ni lo sabré pero puedo entender que era una situación embarazosa. Prefiero no entrar en detalles porque son cosas muy personales de familia que no quiero airear.  Quizá es que también le convenía mi contacto de alguna manera porque en el legado de mi padre estaba todo el acceso a las músicas de compositores como Augusto Algueró y Adolfo Waitzman entre otros, que por amistad con mi padre siempre iban a dejar que moviera sus derechos como autores. No sé… Y creo que nunca lo sabré. Yo sentía su cariño pero con el tiempo y llegada cierta edad, te das cuenta de que las personas son interesadas en su mayoría y no te dan su amistad si no obtienen nada a cambio. Eso excepto mis pocos amigos de toda la vida que son intocables por supuesto. Otro legado de mi padre. El culto a la AMISTAD entendida con mayúsculas. Con esto digo todo.Los fantasmas

Con Camarata empezamos a trabajar en Florida Park y a crear comedias musicales en las que él hacía el guion y juntos elegíamos los números musicales. Yo actuaba y hacía las coreografías además de escribir letras para las canciones. Era comedia musical para todos los públicos.

Empezamos con “El Gran Merengue” en 1989. Yo era “Merenguita” una niña a la que le encantaba comer. Aún sigo teniendo alma de Merenguita. Yo creo que Camarata me conocía muy bien. Ahí trabajé con mi hermano Gustavo Masulli y Nené Morales.

Después hicimos “Los Trotamundos” en 1990. Con José Luis Rogerio y Nené Morales de nuevo.

Y luego vino “El Gran día” con Sonia Almarcha y Ángel Camarata. Éramos tres perros callejeros que se presentaban a una audición para perros. Algo surrealista que  los niños y padres disfrutaban  con pasión.

Florida Park

Actuábamos por las tardes en fines de semana. Normalmente en la época de comuniones que se celebraban en Florida Park y después de las comidas.

Incluso alguna vez terminé el espectáculo y me iba a trabajar de payaso con Pakus. No paraba de actuar.

La Comedia Musical siempre me ha gustado. Es algo para lo que me he preparado a conciencia durante años. Pero nunca me seleccionaban para las grandes comedias. Iba a todas las pruebas y siempre me quedaba en el “casi me cogen”, pero siempre necesitaban a alguien diferente: Más alta, más baja, más gorda, más flaca. Esto unido a que había que sacar las lentejas para comer, me hizo abandonar la idea de presentarme a las pruebas y dedicarme a ganar dinero de payaso. Os recuerdo que mi padre había fallecido. Entre mi hermano y yo teníamos que sacar la casa adelante.

No obstante yo me sentía perfecta. Si. Completa. Cantando, bailando, escribiendo, creando comedia musical que es para lo que me he educado y lo que quiero morir haciendo. Y LO CONSEGUIRÉ DE UNA U OTRA FORMA. Porque solo se vive una vez y en ésta vida hay que ser FELIZ ante todo. Me da igual mi estatura, mis kilos de más, mis piernas cortas o no saber hacer 4 piruetas seguidas. Tengo alma de comediante y eso tiene que terminar ganando, ¿Verdad?

Por suerte teníamos buenos amigos. Pero eso lo dejo para contaros mi siguiente experiencia con otro post.

Ahora os dejo un número caracterizada de perrita caniche de “El Gran día” en el que canto y bailo lo perfecta que soy ;):